Que la vida de PSP se encuentra en estado crítico es un hecho irrebatible, que pocos pueden negar. Es una de esas verdades que molestan a los aficionados por la cantidad de veces que PlayStation Portable ha probado su capacidad para albergar juegos de alto standing que lucen un aspecto elogiable, tal es el caso de God of War –probablemente el mejor ejemplo de las capacidad técnicas de la consola a falta de algún otro competidor que le haga sombra- o de Crisis Core, aunque no dejan de ser adaptaciones de franquicias que conocieron sus mejores tiempos en sobremesa. Pocos son los desarrollos específicos para la portátil de Sony, quedan pocas expectativas para el futuro, es difícil ilusionar al público con proyectos desconocidos que según la propia compañía van a ‘explotar’ durante 2009 como una bomba mediática.